DISCURSO DE LA RECTORA EN EL ACTO INSTITUCIONAL POR EL DÍA DE LA CIENCIA CUBANA

Estimados profesores e investigadores que han sido reconocidos en este acto,

Estimados miembros del Consejo de Dirección,

Estimados invitados,

Desde la fundación de la Universidad de Oriente, quedó definido el papel de la ciencia y la investigación en su cultura organizacional. Nuestros padres fundadores lo esculpieron en el sello de CIENCIA y CONCIENCIA, resaltando así, la importancia de este proceso y la connotación ética que la distingue.

Desde entonces, brillantes ideas del pensamiento de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, nos han acompañado en nuestro quehacer científico como faro y guía en nuestras aspiraciones. El 15 de enero de 1960 en la Academia de Ciencias dijo:

“Ustedes, han puesto sus conocimientos del lado del bien, del lado de la justicia, del lado de la patria, y vivimos momentos en que el papel del pensamiento es excepcional, en que el papel de cada uno es excepcional, porque solo este pensamiento nos puede guiar en estos instantes de grandes transformaciones de Cuba.” Fin de la cita.

Sin dudas, esta idea nos ilumina en cualquier circunstancia y especialmente en la actualidad, donde nuestro país continúa enfrentando una pandemia que ha retado a la ciencia a convertirse en la salvación de un pueblo que, por un lado, se aferra a la vida, y por otro, emplea todas sus capacidades en resistir un inhumano bloqueo imperialista que genera carencias y limitaciones en su desarrollo.

Aun en estas difíciles condiciones, seguimos apostando por el bienestar y la justicia social para todos y todas. Seguiremos perfeccionando los métodos para responder con responsabilidad social a las necesidades y demandas de los sectores productivos y las comunidades. Puesto que, en estos momentos, esa continuará siendo la mejor contribución al país.

Trascender desde la ciencia hoy sólo es posible con la divulgación acertada de los resultados, con la demostración de sus impactos, con la valoración de variantes y con soluciones que demuestren el cierre de ciclo, la eficiencia y la valoración justa y oportuna de los resultados en el ahorro de recursos, el despliegue de nuevas tecnologías, el encadenamiento productivo, la sustitución de importaciones y la satisfacción de las necesidades locales.

No existirá desarrollo si no logramos la aplicación de los resultados de las investigaciones ¡ESTE ES EL LLAMADO DE LA PATRIA! ¡ESTA ES TAMBIÉN LA MISIÓN DE LOS INVESTIGADORES UNIVERSITARIOS! Aplicar y generalizar los resultados. ¿Camino fácil? ¡Claro que no! Es la etapa más difícil, pues insertar los resultados se logra mediante compromiso, intenso trabajo y sacrificio para lograr una ciencia que acompañe a la economía y a nuestra sociedad.

Hoy el llamado incluye el desarrollo local, la necesidad de fomentarlo desde el trabajo comunitario, en armoniosa integración de la familia, con la escuela, el gobierno y la sociedad toda. Allí, en cada localidad, debemos diagnosticar las riquezas materiales y espirituales que nos distinguen y nos permiten avanzar en ese empeño.

Debemos realizar el diagnóstico científico de los problemas y su diferenciación en cada sitio, logrando una verdadera comunicación con las personas, escuchando sus inquietudes y aprendiendo de sus experiencias, de manera que todos participen y se sientan parte de los proyectos que se ejecutan y encaminan. Esta debe ser una ciencia participativa, una ciencia con y para el pueblo.

Hay muchas acciones todavía por hacer y problemas que resolver, donde una parte importante de las soluciones se pueden obtener a partir de la investigación y el conocimiento que se gestiona desde las universidades. A lo interno, aun debemos fortalecer las relaciones intra e inter universitarias, actuar de manera proactiva, lograr encadenamientos hacia lo interno y lo externo de los predios académicos. Debemos lograr que los resultados investigativos se apliquen y permitan medir su impacto. Tendremos que aumentar las matrículas en las carreras de ciencias básicas, así como consolidar alianzas con los distintos ministerios, OSDE, empresas y todas aquellas entidades que puedan aportar al desarrollo del país llevando la ciencia como bandera.

Tendría mucho más que decirles, pero prefiero terminar pidiéndoles que sigamos trabajando en arrancarles todos los días un pedazo mayor a los problemas y dificultades. Donde quiera que estemos, avanzar de forma sostenida y emplear la ciencia y la innovación para ello.

Muchas felicidades a todos, mujeres y hombres de ciencia. Muchas felicidades a los que aportan, participan, vibran, se apasionan y ponen muy en alto el nombre de la ciencia cubana y en especial la universitaria.

Muchas Gracias.

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