Estimado José Ramón Monteagudo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y su Primer Secretario en nuestro territorio.
Estimada Beatriz Johnson Urrutia, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, del Consejo de Estado y Gobernadora de Santiago de Cuba.
Estimados profesores e invitados,
Queridos estudiantes que hoy obtienen su título que los acredita como profesionales:
Hasta el Mausoleo del II Frente Oriental “Frank País García” hemos llegado para celebrar nuestra Graduación Provincial “65 Aniversario del Levantamiento Armado del 30 de noviembre”. La misma ha tenido como protagonistas a un grupo de estudiantes que se han destacado dentro de una cohorte que, durante estos últimos años, ha desafiado la vida para poder llegar a este momento. Con los mejores resultados acumulados en su vida estudiantil, nos honran en este histórico lugar los Títulos de Oro, los Premios al Mérito Científico y los integrales de la Universidad.
Jóvenes valerosos como ustedes, en el año 1956 por la realidad imperante en el país y por las convicciones revolucionarias que habían alcanzado, decidieron alzarse en armas aquí en nuestra provincia, para apoyar la Revolución que ya había iniciado Fidel Castro Ruz.
Como todas las acciones de la época, el alzamiento tenía una impronta juvenil marcado por la valentía, la lealtad y la seguridad para asumir y defender un ideal que para entonces era la libertad de Cuba. Ni mujeres ni hombres eran menos a la hora de salir a defender la causa y por ello muchos perdieron la vida.
En el discurso por el “25 aniversario” de las acciones del 30 de noviembre, Vilma Espín Guillois señaló y cito:
“Para hablar del 30 de Noviembre es necesario hablar de Frank País, es necesario hablar del pueblo de Santiago de Cuba, que en ningún momento fue simple espectador de la batalla sino que la apoyó decididamente y, en el momento preciso, escondió a sus hijos de la barbarie batistiana, guardó armas y uniformes, ¡que no permitiría el pueblo santiaguero que se repitiera la masacre perpetrada tras el Moncada!…y luego con dignidad, heroísmo y rebeldía supo llevar en hombros hasta el cementerio a los caídos en el combate, jurando frente a sus tumbas continuar la lucha. Pepito Tey, Otto Parellada, Tony Alomá, cada vida segada se hizo numerosa en herederos de sus ideales, prestos a empuñar las armas y proseguir el combate.”
Unidos por esa fuerza espiritual y los valores de aquella juventud, volvemos sobre los pasos de nuestra historia para juntarnos y honrar a los héroes de la Patria, reafirmando nuestro compromiso con todas las generaciones de cubanos que, a lo largo de esos años de lucha, no vacilaron ni comprometieron los principios de la Revolución y fueron fieles a ellos.
No podía ser mejor lugar que este Mausoleo. El mismo que apunta hacia las lomas y en su solemnidad, expresa el mayor de los tributos a los restos mortales de combatientes, caídos principalmente durante la guerra de liberación nacional. Aquí se encuentra la heroína de la Sierra y el llano Vilma Espín Guillois y la querida Asela de los Santo Tamayo; estudiantes, Doctoras Honoris Causa y orgullo del Alma Mater Oriental. Algunos de los mártires universitarios que se encuentran inmortalizados en el monumento de la Sede Maceo, descansan también aquí y hoy nos contemplan orgullosos. Entre ellos: Emma Rosa Chuy, José Mercerón y Eduardo Mesa Llul.
Este esperado acto de graduación constituye el cierre de una etapa que, estoy segura, jamás olvidarán. Probablemente, ésta sea la última vez en la que muchos de ustedes se encuentran así, juntos.
En estos años han vivido momentos trascendentales, que han pasado a formar parte de la historia institucional. La gran mayoría de ustedes ingresó a nuestro centro un quinquenio atrás. Desde entonces y hasta hoy, hemos protagonizado importantes sucesos académicos, investigativos, culturales, políticos, deportivos y de impacto social.
En octubre de 2017 nos sometimos al proceso de evaluación institucional y en abril de 2018 recibimos la categoría de Universidad de Excelencia, constatando así la calidad de los procesos que desarrollamos, en aras de proveer al país de los profesionales que necesita.
De seguro recordarán en el 2016, las actividades de homenaje y recordación por la desaparición física de nuestro invicto Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Fueron días difíciles, en los que fue necesario recuperarse emocionalmente y continuar trabajando con el esfuerzo de cada estudiante, profesor y trabajador, para seguir siendo fieles a la consigna primaria de esos días: ¡Yo soy Fidel! Ustedes hicieron contemporánea la tradición de las marchas universitarias cada 4 de diciembre hasta el Cementerio Santa Ifigenia y que recientemente realizamos la 5ta. Edición.
También desarrollaron las actividades del Noveno Congreso de la Federación Estudiantil Universitaria, donde debatieron las múltiples inquietudes que poseen, sobre temas locales, nacionales e internacionales.
Han vivido par de años retadores por la aparición de la COVID-19 y la agravada situación epidemiológica, que tuvo su mayor índice de enfermos y fallecidos en este último período.
Sin embargo, no solo la pandemia tensó la vida y los sueños de nuestro pueblo, también lo hizo el recrudecimiento del bloqueo económico comercial y financiero del Gobierno de los EE. UU contra Cuba con más de 243 nuevas medidas aprobadas, así como también, los intentos subversivos del imperialismo maquinado y orquestado por cubanos indignos que fueron utilizados para instigar el odio, la diferencia y el espíritu servil que los llevaron a estimular un 11 de Julio y un fracasado 15 de noviembre.
Sin embargo, no solo la pandemia tensó la vida y los sueños de nuestro pueblo, también lo hizo el recrudecimiento del bloqueo económico comercial y financiero del Gobierno de los EE. UU contra Cuba con más de 243 nuevas medidas aprobadas, así como también, los intentos subversivos del imperialismo maquinado y orquestado por cubanos indignos que fueron utilizados para instigar el odio, la diferencia y el espíritu servil que los llevaron a estimular un 11 de Julio y un fracasado 15 de noviembre.
Queridos estudiantes, sé que los últimos meses han sido de gran incertidumbre e inquietud, presumo que la angustia por los efectos de la Covid-19 también los estremecieron, pero también los hemos visto crecer en las más adversas circunstancias y ofrecer su mano para levantar a los otros, ya sea desde los centros de aislamiento, las Brigadas Universitarias de Trabajo Social, en la producción de alimentos, como voluntarios en los ensayos clínicos de nuestras vacunas o en las más disímiles tareas de impacto que hemos realizado. Esta ha sido la mejor muestra de humanismo que en los últimos dos años hemos asistido y, que, sin dudas, los colocan a ustedes en un pedestal virtuoso.
La distancia suplantó la necesaria interrelación de ustedes con nosotros. Sin embargo, ante ella se impuso el talento y la consagración devenida en los años de dedicación al estudio que hacen hoy que sus temas de tesis, trabajos referativos o cualquiera de las modalidades de culminación de estudios empleadas para finalizar su formación, desarrollaran investigaciones vinculadas a problemas sociales y técnicos, aportando soluciones específicas; tal como corresponde a la misión que hizo surgir a nuestra Universidad: misión de servicio social.
Cada hecho, unido a sus propias experiencias, ahora conforman los recuerdos de estos cinco años, donde han crecido y, casi sin notarlo, también se han transformado. Nuestra mayor aspiración, como personas y como institución, es que esa transformación haya sido para bien. Salen de nuestras aulas, hacia un país lleno de transformaciones, con nuevas formas de contratación, a partir de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social y las ideas, conceptos y directrices del Octavo Congreso del Partido Comunista de Cuba, que garantizan más posibilidades laborales. En ese contexto, ser competentes, seguir superándose y buscar siempre alternativas, es más importante que nunca.
En el pasado Congreso Internacional de Educación Superior Universidad 2014, el destacado intelectual brasileño Frei Betto, expresó:
“Todos sabemos que la Revolución Cubana enfrenta enemigos poderosos (…) El principal enemigo, sin embargo, no está afuera. Está dentro de Cuba. (…) Es el desánimo frente a los desafíos; es el individualismo que busca su propio provecho sin considerar los derechos colectivos; es la falta de cuidado con los bienes públicos; es la indiferencia frente a los más necesitados y los más viejos; es, en fin, el egoísmo que hace de cada uno de nosotros un virus capaz de corroer y debilitar el organismo social saludable.”
Frei Betto afirmaba que ese enemigo poderoso que está dentro de nuestra nación es también el más fácil de combatir. Comparto esa convicción. Por eso insistimos en los valores, en la importancia de sentir todos los días que somos seres con bondad, con decencia, con honestidad. Que hayamos sido capaces de inculcar esos sentimientos y actitudes en su actuar, resulta uno de los mayores aportes que podamos hacer a la nación que hoy los mira con orgullo.
La Universidad de Oriente nació con la voluntad de no discriminar a sus alumnos. Setenta y cuatro años atrás, nuestros fundadores vieron materializado su sueño de que el centro de cultura superior que habían creado, fuera público.
Con ustedes han obtenido el título de graduados en nuestro centro, más de 68 mil profesionales. En cada joven que sonríe victorioso en este mausoleo, más allá de su color de piel, sexo u origen social, está el éxito de nuestro proyecto. Ese es el mayor y mejor símbolo del ejercicio de los derechos humanos, plasmados en la Constitución de la República.
Llegar a esta jornada es la síntesis de todos los esfuerzos y logros que han alcanzado. Siéntanse orgullosos y recuerden que no han arribado solos hasta aquí. Sus familias, sus amigos, sus seres más queridos, los han apoyado y, como tal, se sentirán alegres de compartir este triunfo.
Han llegado a una meta que es, al mismo tiempo, el profundo compromiso de continuar creciendo. Los invito a recordar, con mucho cariño, a sus profesores que supieron hacer de ustedes mejores personas, al mismo tiempo que los convertían en profesionales. Den un fuerte abrazo a cada persona que será inolvidable. Otorguen a este momento la solemnidad y la trascendencia que ya posee en sus vidas.
Esta Alma Mater, se honra de haber acogido la alegría, las sonrisas, la ira, el llanto… todas las emociones que han compartido durante estos cinco años.
Continuemos honrando la memoria de aquellos jóvenes que cayeron heroicamente por Cuba. En Tony Alomá, Pepito Tey y Otto Parellada encontraremos siempre las fuerzas y los motivos para defender la Patria y como aquel 30 de noviembre alcémonos nuestra voz:
¡Gloria Eterna a los Mártires de la Patria!
¡Gloria!
¡Felicidades a todas y todos!
Muchos éxitos
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