Palabras de la Rectora de la Universidad de Oriente en el Acto de inicio del curso académico 2018-2019

Estimado compañero Lázaro Expósito Canto, miembro del Comité Central del Partido y su primer secretario en la provincia de Santiago de Cuba.
Estimada Beatriz Johnson Urrutia, miembro del Comité Central del Partido, Vicepresidenta del Consejo de Estado y presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular
Queridos profesores y trabajadores, miembros del consejo de dirección, invitados:
Estudiantes:
La Universidad de Oriente recibe, como cada año, el nuevo curso académico con la satisfacción que asiste al que procura la felicidad de los otros, que en nuestro caso emana del conocimiento, y de los compromisos que consolidamos entre todos con la educación, la ciencia, la cultura y el bienestar de todo un pueblo; que alcanza su realización en la preservación de sus derechos y conquistas revolucionarias.

Cada inicio de curso abre un ciclo, una página nueva en la historia de nuestra ya septuagenaria universidad oriental. Este año, la mirada de nuestra comunidad se enfoca hacia el homenaje oportuno y siempre merecido a Vilma Espín Guillois: la estudiante universitaria, después heroína del Llano y la Sierra, Doctora Honoris Causa de la Casa de Altos Estudios que la vio egresar, también a la mujer sencilla, humilde, madre, esposa, hermana, hija, abuela, eternamente compañera de las causas más justas y comprometida con su patria y la Revolución: orgullo de Santiago de Cuba.
Para la ciudad heroica y, por supuesto, el Alma Mater que la ha distinguido, el 10 de octubre traerá nuevas motivaciones: ciento cincuenta años del inicio de nuestras guerras por la independencia del yugo colonial, y un nuevo aniversario de la Universidad que hoy los recibe, y que alcanzó precisamente su reconocimiento oficial hace setenta años.

También celebraremos en enero de 2019 las seis décadas de existencia de la Revolución cubana, y la constitución del primer Gobierno Revolucionario, justamente, en nuestra Biblioteca Francisco Martínez Anaya.

Todo ello en medio de las asambleas que hemos organizado para el debate del Proyecto de Constitución de la República de Cuba, inspirados en una tradición democrática que ha preparado a nuestros ciudadanos para el diálogo y la sapiencia. Este es el pueblo culto de José Martí, Antonio Maceo Grajales, Julio Antonio Mella, José Antonio Echeverría, Celia Sánchez y Fidel Castro Ruz; esta la indómita morada de reposo de los padres fundadores de la Patria, extraordinaria veladora del recuerdo y los sublimes ideales de los jóvenes de la generación del Centenario.

Estudiantes: ustedes hoy hubiesen sido como ellos. El ejemplo de nuestros mártires se perpetúa en cada espacio de la Universidad de Oriente, una institución que hoy ostenta la categoría de Excelencia y concentra, en las sedes Antonio Maceo, Julio Antonio Mella y los ocho centros universitarios municipales, una matrícula de 18 772 estudiantes, entre todas las modalidades de estudio, de ellos, 3 234 becados, atendidos por 1 960 docentes y otros 1 912 trabajadores no docentes.

Pudiéramos decir entonces que han llegado ustedes a un sitio HISTÓRICO, en el que seguirán la huella de estudiantes como José Mercerón y Frank País Garcìa, entre otros tantos que han legitimado con su sacrificio la esencia popular y el espíritu nacionalista de la Universidad; y al mismo tiempo, a un espacio de “Ciencia y Conciencia”, como lo afirma nuestro lema, en el que se ejecutan cada año las transformaciones que exige la vida moderna.

También sufren transformaciones los procesos académicos. Actualmente, contamos con 63 carreras agrupadas en 13 facultades, de las cuales ya 53 transitan por el plan de estudios E.
De los 42 programas de carreras acreditables, 37 han sido evaluadas satisfactoriamente: 15 de excelencia, 16 certificadas y 6 avaladas.
De igual forma, contamos hoy con 30 programas de Maestría y Especialidad, de los que 17 han sido acreditados: 8 de excelencia, 7 certificados y dos avalados. Entre los doctorados, se han acreditado cinco: cuatro certificados y uno de excelencia.
Por tanto, y es la convicción que anima al claustro que los acompañará en las aulas y fuera de ellas, es un honor llegar hasta una institución como la que hoy abre sus puertas al curso académico 2018-2019.
El periodo estará marcado por aristas del trabajo que devienen prioridades para la comunidad universitaria: sistematizar la práctica del concepto de calidad de la formación integral de los estudiantes, en su más completa preparación, y la educación basada en el sistema de valores de la sociedad cubana. Esto significa: incrementar la calidad, la eficiencia y racionalidad de nuestra gestión, con mayor integración de los procesos universitarios, y avanzar, en el logro de impactos loables, hacia el desarrollo local.

Debemos impulsar también la formación doctoral, la superación de los cuadros del territorio, la preparación de los jóvenes profesionales egresados de nuestras aulas, que se desempeñan ya como adiestrados, y debemos dar seguimiento al plan de mejoras de la Evaluación Institucional y, en particular, de los procesos claves y estratégicos de la Universidad, con las Bases del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, incluyendo la Visión de la Nación, los Ejes y Sectores Estratégicos, así como los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En cada una de esas prioridades estaremos todos más unidos, intercambiando, aportando, aspirando a socializar las mejores experiencias en función de elevar índices de calidad.

En este escenario asumimos la palabra clave: “educar”, y desde nuestras aulas, lanzamos permanentemente el reto de cultivar el talento y el corazón, aspirando a hacer de ustedes hombres y mujeres nuevas, a la altura de este tiempo tan dichoso y tan complejo.

Recuerdo una idea del presbítero Félix Varela, que hablaba de que el acto de educar entraña las alternativas, “caminos u opciones diferentes, para que el discípulo decida cuáles ha de elegir”, y además, “enseñar al hombre a pensar por sí mismo desde sus primeros años, o mejor, quitarle los obstáculos que le impiden pensar”.
Saludo entonces a los miembros de la comunidad universitaria en este día, y a los jóvenes que se unen a la HISTORIA de la Casa de Altos Estudios oriental. A los primeros, los exhorto a que continuemos formando los profesionales que necesita la Revolución socialista.
Estudiantes: a ustedes, otra vez, ¡bienvenidos!

Marchemos juntos por el camino del saber CON MUCHO TALENTO Y MUCHO MÁS CORAZÓN.

Muchas gracias.

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