Estimados miembros del Consejo de Dirección:
Estimados profesores:
Después de este agradable y fructífero intercambio, sobre los resultados del primer semestre y las transformaciones que hoy llevamos a cabo en la Educación Superior, con seguridad, nos sentimos más comprometidos con nuestra labor.
Intercambiar juntos nuestra principal labor: docente-educativa, como el eje de todos nuestros procesos sustantivos es vital para la vida universitaria. Así nos acercamos y escuchamos las diversas opiniones; al mismo tiempo que evaluamos, de manera efectiva y coherente, nuestros resultados.
Espacios como este nos permiten ser consecuentes y profundizar en las debilidades, al mismo tiempo que trazamos metas y guías, para alcanzar la excelencia en la Educación Superior, que nuestra sociedad y el contexto actual nos demandan.
Los resultados docentes en el primer semestre del actual curso son ligeramente superiores a los alcanzados en igual período el curso pasado. Esto representa el compromiso colectivo de profesores y estudiantes, pero, no nos engañemos, es sólo un pequeño incremento.
La calidad de nuestra docencia, el reconocimiento de ella por expertos en los procesos externos de acreditación y por nuestros profesores; así como el incremento de másteres y doctores en los últimos años, implican que los resultados deben ser mejores, en correspondencia con los que exhibimos en otros procesos.
Es verdad que se logra el por ciento de promoción limpia más alto de los últimos 3 cursos, fruto del trabajo, de la constancia de los análisis y del seguimiento por cada colectivo de la calidad a través del incremento de controles y nuevas y creativas actividades metodológicas.
Debemos tener en cuenta, como prioridad, las siguientes acciones:
- Separar el análisis en las carreras con resultados docentes por debajo del % de promoción limpia alcanzado por el CES, detallar las causas, revisar la excelencia del claustro, exponer las medidas y seguir su cumplimiento.
- Profundizar en cada área, las principales causas de los bajos resultados docentes, principalmente en aquellas que dependen del claustro como: la motivación profesional, sólo lograda por profesores altamente motivamos y con resultados prácticos de trabajos técnicos y de investigación de excelencia.
- Revisar la atención individualizada de los profesores y tutores a las necesidades educativas de los estudiantes y el insuficiente el seguimiento al aprovechamiento docente de los estudiantes por los colectivos docentes.
- Cumplir con la planificación y los análisis de los resultados de los cortes evaluativos, que en muchos casos no fueron pertinentes.
- Revisar la valoración de las juntas de año, la estabilidad de los análisis, el cumplimiento de los acuerdos a que se lleguen nos permitirá alcanzar mejores resultados.
- La valoración de cómo se vienen cumpliendo realmente los ajustes en los currículos propios y optativo-electivos, concertados con los OACE, nos señalan insuficiencias sobre la necesidad de incorporarlos a los cursos optativos y en asignaturas electivas que se ofertan, aún insuficientes en número y diversidad.
- La implementación de las diferentes normativas relacionadas con el perfeccionamiento del proceso de formación en los municipios nos muestran la necesidad de trabajar en el diagnóstico con los profesores; para lograr el adecuado descuento por errores ortográficos, implementación de la normativa para la asistencia a clases y la relacionada con el sistema de evaluación.
- La importancia del trabajo metodológico desde los departamentos, juntas de año, departamentos de prestación de servicios, requiere una atención especial del claustro, en aras de utilizar las potencialidades que brinda el sistema de actividades metodológicas como fuente fundamental para elevar a planos superiores la labor educativa que han de realizar los profesores desde la instrucción.
En el pasado Congreso Universidad 2012, en su conferencia inaugural, el ministro Miguel Díaz-Canel Bermúdez, (hoy vicepresidente del Consejo de Ministros) expresó y cito:
«A los centros de estudios superiores les corresponde garantizar el desarrollo sostenible con el fomento de un patrimonio de ciudadanos plenos y altamente calificados.»
La universidad, debe entenderse como un entorno político e intelectual de importancia para la consolidación de la responsabilidad ciudadana como la principal proveedora de oportunidades de aprendizaje y de generación de nuevos conocimientos al más alto nivel científico.
Los retos actuales demandan la proyección y gestión de los procesos basados en la racionalidad. Hagamos nuestros estos conceptos en la diaria labor en cada uno de los escenarios.
Muchísimas felicidades a los colectivos que han logrado estabilidad en el trabajo, buenos resultados y se encaminan a la excelencia.
A todos los presentes, gracias por su asistencia y aporte en sus intervenciones,
Muchas gracias.
Dejar una contestacion