Palabras de salutación de la Rectora al Dr. C. Fernando Vecino Alegret, al otorgarle la condición de Profesor Honoris Causa de la Universidad de Oriente

Estimado Lázaro Expósito Canto, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y su primer secretario en la Provincia Santiago de Cuba
Estimado Jorge Cueva Ramos, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido
Estimada Beatriz Johnson Urrutia, miembro del Comité Central del Partido y presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular en Santiago de Cuba
Querida Martha del Carmen Mesa Valenciano, miembro del Consejo de Estado y ministra en funciones del Ministerio de Educación Superior.
Distinguidos ex ministros del MES, personalidades invitadas, especialmente a esta celebración.
Ex rectores de la Universidad de Oriente.
Prensa acreditada
Profesores, trabajadores y estudiantes de la Universidad de Oriente.

Es un privilegio y, al mismo tiempo, es una coincidencia excelente que en nombre de la comunidad universitaria pueda, referirme a los méritos del ex ministro Vecino, porque no lo haré desde los anales de nuestro Ministerio de Educación Superior, sino desde la impresión y la huella que, como educador, dejó en muchas varias generaciones.
Es posible que la modestia que lo caracteriza le impida comprender, en su perfecta dimensión, la grandeza de su propia obra para con la Revolución cubana y la Educación Superior en particular. Solo aquellos que lo han acompañado durante su fecunda vida lo podrán atestiguar. Pero sé que hoy ya suman decenas de miles, en Cuba, los que consideramos que es usted merecedor, sin duda alguna, de este reconocimiento.
El ministro Vecino Alegret siempre pareció inalcanzable, pues su estatura en relación con la del resto era lo suficientemente respetable como apreciarlo con extrema altura.
Pero su andar también nos conmovió, con su paso seguro e imponente, estremecía cualquier lugar por donde caminaba. Y puedo asegurarles que, los recorridos de Vecino, colocaban en posición combativa a toda la comunidad. El claustro en pleno se alistaba, se preparaba para dialogar con su ministro, mientras él no perdía la ocasión de tocar con sus manos cada uno de los procesos. Era así. Al menos, dos veces al año. De manera que esa especie de “ritual” lo conectaba con alumnos y profesores.
Así es que la comunidad que aprendió a respetarlo, a quererlo, y también a esperarlo en cada inicio de curso académico, cuando él nos preguntaba cuáles eran nuestras principales tareas y los retos del presente. La FEU y la UJC eran invitados permanentes a estos encuentros, lo mismo en el Teatro Universitario que en el anfiteatro 1B de la sede Mella, hoy Pepito Tey. Cualquier espacio matizado por la mano y la mirada atenta de Vecino Alegret se convertía en el escenario de evaluación de lo ya realizado, y el debate de las metas por lograr.
Siempre tenía un mensaje amable para los jóvenes y, nosotros, disfrutábamos de manera excepcional su presencia. El rigor con que analizaba cada tema y la constante recurrencia a los acuerdos pendientes, daba muestras de su elevada capacidad organizativa, su disciplina y exigencia para consigo y el resto de su equipo; pero también en su humanismo y su lealtad inquebrantable hacia el Comandante en Jefe y la Revolución cubana.
Siempre acompañó a sus cuadros, los defendía y apoyaba en cualquier circunstancia. En la Universidad de Oriente sabemos lo cercano que estuvo del rector Marañón y del rector Marcos Cortina, incluso, en situaciones complejas de salud y, para con ellos y sus familiares, también el ministro de Educación Superior supo ser un amigo.
Así lo recordamos hoy aquí, como el amigo, que sentía satisfacción por compartir con sus “queridos profesores”, como él mismo los llamaba.
Su vínculo con Santiago nos llega también por su ejemplo en calidad de diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, donde en su relación constante con el pueblo de San Luis, obtuvo un amplio reconocimiento e inmensa consideración.
Así, los hijos de esta tierra hemos visto cómo Vecino, durante más de 30 años, acompañó los sueños del pueblo, impulsando la Educación Superior en la Isla, y el crecimiento pedagógico del claustro, dejando en cada aula una estrella, una enseñanza y un ejemplo.
Fernando Vecino Alegret, este hombre excepcional, fue el político que supo, desde su altura, impulsar el desarrollo de las universidades cubanas, pero también el cuadro atento, que siempre, exigió a los demás el mayor compromiso y amor por la Revolución y el pueblo. Esta universidad le agradece, querido Fernando, su entrega, su eterna vocación de servir, y su amor, inconmensurable, preñado de una eterna devoción por este Santiago de Cuba, que también ha sido suyo.
Muchas gracias por su hermosa presencia, en este aniversario 70 de la Universidad de Oriente.
Muchas Gracias, a todos por acompañarnos también en este momento de honrar.

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