Palabras de la Rectora en el Acto de celebración por el 26 aniversario del Centro de Biofísica Médica

Estimados invitados, profesores e investigadores del Centro de Biofísica Médica.
Inaugurado el 10 de febrero de 1993 tuvo la Universidad de Oriente y Santiago de Cuba la exclusividad de aportar para Cuba, el primer y único centro de su tipo en el país, el cual surge con la noble e importante misión, de desarrollar equipos médicos para el diagnóstico de enfermedades, mediante métodos no invasivos, en el que se aplican la física, la ingeniería y la informática basado en la Resonancia Magnética y la medicina.

Fue a partir de ese momento que se logró la sustitución de importaciones de módulos médicos o sus componentes, y la confección en el país de nuevos dispositivos, significando el ahorro de cuantiosos recursos para el gobierno y la posibilidad de brindarle al pueblo un servicio de calidad en materia de salud. Es válido destacar como resultados más importantes, la Creación, desarrollo e instalación de tecnología de Resonancia Magnética, como la construcción de 3 generaciones de Tomógrafos y 4 generaciones de Relaxómetros de Resonancia Magnética, con un significativo impacto en el Sistema de Salud cubano, siendo los beneficiarios inmediatos los principales hospitales de la región oriental del país.
De igual forma se destacó por la creación, desarrollo, instalación y exportación de tecnología para estudios vasculares, con la fabricación de 3 generaciones de pletismógrafos para el estudio del Sistema vascular Periférico, equipos estos instalados en todo el país y no por último, menos importante el Sistema Imagis®, que fuera seleccionado para soportar la transmisión de imágenes médicas interhospitalaria desde Guantánamo hasta Santa Clara y varias estaciones en la República Bolivariana de Venezuela y la República Dominicana.

No cabe dudas que cuando se intenta hacer un balance del desarrollo, de la salud pública en Cuba, de seguro será referencia obligada los aportes del centro, a este objetivo en la atención específica, a las enfermedades cardiovasculares, neurológicas y la Siklemia cuyo diagnóstico están soportados en gran medida en los equipamientos y software médicos producidos e instalados por los especialista e investigadores de nuestro centro, que por más de dos décadas han puesto su voluntad y empeño en los sueños de bienestar humanos sin restringir esfuerzo alguno.

Perseverancia, constancia, voluntad y entrega han sido las cualidades que han caracterizado desde su surgimiento a su colectivo de trabajadores. Aún cuando ya algunos no están, sigue estando presente la impronta de su legado y el sello del resultado apostando por el desarrollo y sobre todo por la vida. En ese empeño quedarían gravado, varios nombres de hombres y mujeres que en la víspera de una década compleja, de transito y profundos cambios quisieron y no dudaron en forjar una esperanza.

Hablar de Biofísica Médica y mencionar a Fidel no sería justo ni coherente, ya que el materializó e integró voluntades, para hacer realidad una utopía que catalizó junto al sentido del deber y hoy se consagra en cada uno de los que dejaron su huella en esta obra, por ello retomaré en estas ocasión las palabras expresadas por nuestro comandante en el Discurso por el XII aniversario del asalto al Palacio Presidencial, 13 de marzo de 1969, en la Habana, cuando dijo :

«El deber no podemos enmarcarlo en el viejo concepto en que se veía el deber como el sacrificio. Hay que enmarcarlo en un concepto nuevo, al igual que el trabajo. Y es ciertamente admirable la gran posibilidad que se vislumbra de que los hombres puedan encontrar en el contenido del trabajo uno de los mayores incentivos (…).
Y si queremos que un día todos los hombres trabajen con ese espíritu, no bastará el sentido del deber, no bastará el concepto moral, será necesario que el propio contenido del trabajo, presidido por la inteligencia del hombre (…) sea una de las motivaciones fundamentales».

Retos muchos, entre otras nuevas y múltiples alianzas con centros de investigación, grupos y redes para abrir así el camino al mercado, la innovación a mayor escala que facilite el retorno de beneficios y utilidades.
Sin dudas se impone más intercambio académico y empresarial, materializar el cierre de ciclos de investigación con universidades iberoamericanas y europeas para concretar mayor visibilidad en el mercado, pero sobre todo hacer perdurar la idea del Comandante, quien confió en este proyecto y lo convirtió en realidad con mucha imaginación, pero sobre todo con la confianza en el ingenio y la creatividad de un grupo de jóvenes que abrazaron la idea y venciendo múltiples obstáculos se adelantaron al contexto e hicieron posible lo que parecía inalcanzable.

Muchas felicidades a todos por hacer que una pequeña idea se convierta en una inmensa obra.

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